La hipótesis de este trabajo sostiene que la Nueva Canción Chilena no solo reprodujo, sino que participó en la construcción de una masculinidad hegemónica de izquierda en el contexto chileno de los sesenta y setenta, aun cuando en su seno llegaron a existir construcciones de género alternativas. Para fundamentar dicha hipótesis, el texto examina tanto la conformación como la performance masculinizada del movimiento, especialmente en lo que respecta a su propuesta vocal.