Juan Crisóstomo de Arriaga compuso durante sus escasos veinte años de vida obras que escapan a lo común y aún no se han descifrado los orígenes del talento que le llevó a tales resultados. A través del cuarteto de cuerda, uno de los géneros que ha acompañado a Juan Crisóstomo en todas las etapas de su vida, el presente trabajo propone una vía alternativa a los estudios convencionales con la viola como elemento vehicular. Un análisis del balance de voces de sus cuartetos nos brindará información de las ideas transformistas de Arriaga en torno a este género y desmontará las principales hipótesis sobre su origen: la influencia de la escuela vienesa a través de la incidencia de Haydn en España y su posible replanteamiento del cuarteto de cuerda tras su etapa académica parisina. La existencia del Tema variado para cuarteto de cuerdas op.17, un cuarteto previo a su traslado a la capital francesa de construcción igualitaria y asignación de ciertas técnicas complejas a la viola, nos acerca un paso más hacia la comprensión de su forma de concebir la composición cuartetística y hasta qué punto excede a los estándares marcados por sus contemporáneos españoles, así como por sus referentes internacionales.